En nuestro día a día realizamos acciones con las que siendo más o menos conscientes estamos dejando un impacto medioambiental que acaba pasando factura. Hay alternativas que podemos adoptar casi sin darnos cuenta para seguir el camino hacia la sostenibilidad:
1. Customiza tu ropa
Mira en tu armario, y da una nueva vida a las prendas que ya tienes y no usas, desata tu creatividad: modifícalas, córtalas, añade bordados, o opta por la vía rápida y ponle un parche a tu gusto, cose algunos adornos o saca tu lado más artístico y dale unas pinceladas para crear algún dibujo libre o utilizando una plantilla.
También puedes optar por comprar prendas más sostenibles, atemporales, lisas, duraderas, que no pasan de moda y que son más fáciles de personalizar.
2. Planta algo que luego te pueda servir
Tomillo, albahaca, orégano, cilantro, perejil, cebollino… Las hierbas aromáticas son productos muy recurrentes a la hora de cocinar y cultivarlas tiene sus trucos pero ¡no es nada difícil!
Solo asegúrate de que tienen suficiente luz, si pueden estar en exterior, como una terraza o el balcón, ¡perfecto! Pero cuidado cuando llegue el frío. Si no tenemos la opción de exterior basta con situarlas al lado de una ventana a la que les llegue luz directa entre 4 y 6 horas diarias.
Para aprovechar al máximo el espacio y utilizar cualquier rincón de la casa puedes ponerlas en estanterías o poner huertos verticales que ocupan muy poco espacio.
3. Compra productos de temporada
Priorizar alimentos de proximidad y de temporada antes que importados no solo es bueno para tu bolsillo si no también para tu salud y la del planeta. Los productos de temporada son aquellos que crecen de manera natural en una época determinada, sin necesidad de utilizar medios artificiales de cultivo, como el uso de invernaderos o de cámaras frigoríficas para alargar la vida útil de las frutas y las verduras.
Además tienen más sabor al estar en el punto de maduración adecuado, son más baratos y colaboras con la economía local y el pequeño productor.
4. No desperdicies alimentos
Ya que entonces estamos derrochando los recursos que se han usado en su producción como el agua, la tierra, la energía, el trabajo y el capital. También puedes optar por comprar a granel, hay establecimientos especializados pero en la mayoría de mercados de barrio te dan esta posibilidad que permite llevarnos la cantidad justa de producto que necesitamos. Nuestros abuelos ya compraban así y es que es una de las formas de consumo más sostenibles que existen.
5. Pásate a la copa menstrual
Si todavía no has dado el paso ¡no te lo pienses más! A parte de ser totalmente segura es la opción más sostenible actualmente. Son reutilizables y tienen una vida útil de hasta 10 años. La mejor alternativa para reducir los productos no desechables.
6. Come menos carne
“Si somos lo que comemos, sin duda hoy somos cambio climático”. Es un hecho comprobado que nuestra dieta es uno de los factores que más perjudica al planeta. La ganadería es el segundo sector que más gases de efecto invernadero emite, aproximadamente el 18%, además de la deforestación del terreno que conlleva. Los expertos aconsejan reducir el consumo actual de carne en España de 50kg por persona/año a la mitad para tener un consumo mínimamente sostenible.
Desde el punto de vista de la salud también hay numerosos estudios que demuestran que reducir el consumo semanal de carne ayuda a prevenir enfermedades cardíacas.
7. Utiliza el transporte público o comparte coche
Tener un coche en propiedad ya no se lleva, nadie quiere contribuir a contaminar el aire que respiramos si tenemos otras opciones.
Lo cierto es que el sector del transporte representa un 22% de los gases de efecto invernadero que se emiten a la atmósfera. El hecho de compartir coche o utilizar el transporte público es la alternativa más ecológica para los desplazamientos que se hacen en la ciudad. La emisión de gases es mucho menor y el uso masivo del vehículo privado colapsa las ciudades y las hace más sucias y ruidosas.
8. Compra con el mínimo envase posible y evita los plásticos innecesarios
En los grandes supermercados se puede observar últimamente una tendencia a envasar hasta el mínimo producto y un uso indiscriminado de plásticos. Si antes comprábamos un racimo de 4 plátanos utilizando como mucho una bolsa para transportarlos, ¿por qué necesitamos ahora que cada plátano vaya individualmente envuelto en plástico?
También podemos priorizar el uso de materiales reciclados, reciclables y de reutilización alternativos al plástico.
9. Reduce el uso de papel
¿Sabías que para fabricar una pieza de papel se requieren aproximadamente 5 litros de agua? ¿Y que en un año se producen en Estados Unidos 1,3 billones de documentos, suficientes para empapelar 107 veces el Gran Cañón del Colorado?
Actualmente el uso del papel en el mundo sigue aumentando y con ello la tala indiscriminada de árboles y la deforestación. Según EarthWorks Group, si se reciclara la mitad del papel producido se evitaría talar 81,000 km² de bosques.
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