La industria de la moda mueve 2,5 billones de dólares al año en el mundo. Sin embargo hay una corriente que toma fuerza y que parece dispuesta a desafiar los estándares establecidos de lo que hasta ahora se consideraba normal: la moda sostenible.
Una buena definición de moda sostenible podría ser: “toda aquella ropa fabricada sin comprometer los recursos de futuras generaciones y que tenga como principio fundamental el respeto por el medio ambiente así como por el trabajo de todas las personas que intervienen en el proceso”.
Teóricamente parece sencillo, pero al llevarlo a la práctica influyen muchas variables que no ponen fácil el cumplimiento de esta definición.
Si empezamos por el principio, seguro que la palabra ‘moda’ a todos nos trae a la cabeza la idea de algo efímero y pasajero. E incluso nos recuerda a la obsolescencia programada.
Es por eso que la unión de ‘moda’ y ‘sostenible’ parece una contradicción.
Pero las cosas cambian y lo que antes era normal hoy puede no serlo tanto. La conciencia de la crisis climática nos ha llevado a buscar otras soluciones en diferentes ámbitos de nuestro día a día y en el de la moda, una industria que es la segunda más contaminante del planeta (produce más emisiones de carbono que todos los vuelos y transportes marítimos internacionales juntos).
La moda sostenible no es una tendencia para un par de temporadas, tiene la clara vocación de perdurar en el tiempo y frenar el impacto que la industria de la moda está dejando en el planeta y en la sociedad.
Basta con ver algunos de los datos del fast fashion para darnos cuenta de que no podemos seguir por este camino mucho más tiempo:
- 1. La industria de la moda contribuye al 10 % de la huella de carbono global. Si nada cambia, en 2050 esta industria será la responsable de una cuarta parte de la emisión mundial de carbono.
- 2. La ropa libera medio millón de toneladas de microfibras al océano cada año, es decir, el equivalente a más de 50 billones de botellas de plástico.
- 3. El sector textil es el 2º mayor contaminante de agua dulce en el mundo por detrás de la agricultura.
- 4. Alrededor del 22 % del impacto ambiental de la industria de la moda está representado por el transporte.
- 5. Una sola prenda de poliéster libera hasta un millón de microfibras de plástico en un único lavado.
Los elementos clave para una moda sostenible
En general, asociamos la moda sostenible con el cuidado del medio ambiente, pero la moda ética no es solo moda ecológica. Para garantizar el equilibrio de cualquier elemento necesitamos 3 pilares que lo soporten:
El cuidado del medio ambiente, el bienestar social y el crecimiento económico.
SOSTENIBILIDAD AMBIENTAL
Todas nuestras acciones tienen en mayor o menor medida una repercusión en el medio ambiente. Que una empresa se comprometa de verdad con el medio ambiente significa que debe hacer todo lo posible por dejar las cosas mejor o, al menos, igual que estaban cuando empezó su actividad (medioambientalmente hablando). Esto implica que debe hacer todo lo posible por reducir su huella de carbono, teniendo en cuenta los costes energéticos de producción de los productos, transportes, packaging…
SOSTENIBILIDAD SOCIAL
Este punto se refiere al cuidado y respeto de los trabajadores y trabajadoras de esta industria, una de las cuales utiliza las condiciones laborales más abusivas, y para ello, un dato:
Una de cada diez camisetas que se fabrican en el mundo porta la etiqueta “made in Cambodia”. Camboya es una de las naciones más pobres del mundo y el 75 % de sus exportaciones provienen de la industria textil. Allí, los empleados del sector (muchos de ellos menores de edad) llegan a trabajar hasta 80 horas a la semana y por ello obtienen poco más de 100 euros mensuales.
Además también influye la localización. La producción local, tiene una huella de carbono mucho menor pero unos costes de producción más altos. Como consumidor está en nuestras manos la elección de un tipo de producción u otra.
En Shavanas nos nutrimos de proveedores de nuestro alrededor con el ahorro de CO2 que supone el no tener que enviar los materiales de unos países a otros.
Algunos de estos criterios se cumplen sólo comprando ropa y calzado hecho en España o Europa. La proximidad garantiza una mínima huella de carbono y el marco legal asegura unas condiciones laborales dignas. También se puede considerar sostenible la ropa reciclada o la de segunda mano.
Nuestra sostenibilidad se basa en el compromiso con el medio ambiente y con las personas. Creemos que el cambio es posible y lo plasmamos con total transparencia a través de nuestro manifiesto con:
- Materiales reciclados
- Packaging ecológico
- Producción local y comercio justo
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