Si te preocupa el cuidado del medio ambiente y, aunque sigues gran parte de los hábitos sostenibles, tienes la sensación de que siempre se puede hacer algo más, tal vez te interese lo que te proponemos en esta ocasión. Y es que hacer compostaje casero es ir un paso más allá en nuestros hábitos ecológicos, además de una buena manera de enseñar a los niños a respetar el entorno y ejercer un consumo responsable. Por ello, te explicamos cómo hacer compost en casa si te decides a ponerte manos a la obra.
¿Qué es el compost?
El compostaje es un proceso mediante el cual se transforma la materia orgánica para la obtención de compost, que no es otra cosa que un tipo de abono natural con nutrientes para la tierra y los suelos destinados al cultivo y la agricultura en general. Además al no llevar fertilizantes químicos, se puede utilizar tanto en el jardín como en las plantas que tengamos en casa.
Dicho proceso puedes hacerlo tú en casa y sin necesidad de emplear ningún artefacto o suplemento químico. Se estima que de cada 100 kg de basura orgánica que se produce en nuestro hogar se obtienen 30 kg de compost.
Es interesante mencionar que algunos municipios ya tienen programas para incentivar el compostaje en el que proporcionan el cubo y luego se ocupan de recoger los residuos orgánicos para emplearlos como abono tras procesarlo. Pero si vives en una región sin propuestas o no quieres esperar, aquí te contamos todo lo que necesitas saber para hacerlo (y usarlo) en casa.
Compostaje para luchar contra el cambio climático
Pero no solo se queda ahí: ¿sabías que hacer compost en casa es una fórmula a través de la cual podemos combatir el cambio climático? Al reciclar los residuos domésticos disminuimos nuestra huella de carbono y los gases de efecto invernadero, a la vez que creamos un producto 100% orgánico.
Ten en cuenta, además, que los residuos que generamos a diario en nuestros hogares contienen al menos un 40% de materia orgánica. Por eso mismo pueden ser reciclados para que retornen a la tierra en forma de humus y favorezcan los cultivos y las plantas en general. Una idea sostenible y un recurso super útil.
Pero, ¿por qué es importante cuidar los suelos?
Conservar los suelos no solo es importante para la salud de cientos de miles de especies vegetales que habitan nuestro planeta, sino también porque de ellas depende, entre otras cosas, la seguridad alimentaria de la población mundial.
Las grandes crisis alimentarias de las últimas décadas se han originado básicamente por el deterioro de los suelos cultivables, bien sea por causas como el calentamiento global o por la contaminación.
Y si a eso le añadimos el hecho de que actualmente casi el 33% de los suelos terrestres están degradados, como ya comentamos en este otro artículo, es esencial empezar a actuar para tomar medidas que ayuden a hacer un uso moderado de ellos y conservarlos.
BENEFICIOS DEL COMPOSTAJE
Entre las principales ventajas, se encuentra el evitar que los desechos de materia orgánica terminen contaminando el medio ambiente, además de sustituir los abonos con componentes químicos por unos naturales, y además:
- Reduce la cantidad de materia orgánica que va a los vertederos.
- Reduce el uso de fertilizantes inorgánicos, a los que sustituye.
- Ahorra agua de riego debido a la capacidad de retención del agua del compost.
- Aporta los nutrientes necesarios para el desarrollo de las plantas de forma natural.
- Reduce los costes de transporte de los residuos con los consiguientes beneficios para los ciudadanos.
Para hacer compost en casa solo necesitas tener en cuenta reciclar para ello los residuos biodegradables que generas en familia.
UTENSILIOS PARA EL COMPOSTAJE
Para hacer compostaje casero y obtener este abono lo más importante que necesitas es un cubo para compostaje, también denominado compostador. Este recipiente o depósito prefabricado se utiliza de forma específica para ir arrojando en él esos desechos orgánicos que se descomponen. Son similares al típico cubo de basura que se coloca en la cocina. Pero, si lo tuyo son los proyectos DIY y el reciclaje, puedes construir tu propio compostador con algún tiesto o caja de fruta, por ejemplo.
Además del cubo, te serán de utilidad utensilios como unas tijeras de podar, un rastrillo, de menor o mayor tamaño según la capacidad del cubo para compostaje, o un tamiz.
RESIDUOS ORGÁNICOS
Es muy importante saber qué desechos podemos y no podemos tirar en nuestro compostador para conseguir un buen abono. Puedes arrojar en él desde flores, plantas, restos de fruta, infusiones, corchos, papeles de cocina, servilletas, aceite, vinagre, café, paja y estiércol. Pero no debes echar en el cubo ni restos de carnes ni de pescados, huesos, cenizas, estiércol de las mascotas ni materiales no orgánicos.
Los residuos debes tirarlos cuanto más pequeños mejor, ya que así los microorganismos actuarán con mayor rapidez. Deberás arrojarlos intercalando materiales secos (cartón, ramas, hojas secas, etc.) y húmedos o verdes (restos de frutas, pieles de patatas, hojas verdes, césped, posos de café, etc.), ya que unos aportan carbono y los otros nitrógeno. De este modo, se mantendrá el equilibrio y conseguirás un buen abono. Recuerda ventilar el compost de forma periódica.
CÓMO TIRAR LOS RESIDUOS
Para hacer un buen compost, debes colocar como fondo en el compostador una capa de material leñoso, es decir, ramas y piñas que permitan que circule el aire. Calcula que este lecho debe rondar los 30 centímetros. A continuación deberás ir apilando los residuos orgánicos en capas. Luego se irán añadiendo otros residuos, alternando los secos y los húmedos.
Con el rastrillo habremos de remover con frecuencia el contenido del cubo, para que así los microorganismos puedan respirar y circule el aire, de manera que no se deriven de él malos olores. También es conveniente que reguemos un poco el contenido para que la humedad penetre en todas las capas, pero sin llegar a encharcarlo.
Tras un semestre, puedes empezar a coger el compost casero para usarlo como abono. El olor que tendrá te recordará a la tierra húmeda del bosque.
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